La vida moderna es una auténtica máquina de generar estrés en las personas. Ir de acá para allá sin pausa y estar atentos a mil cosas a la vez termina pasando factura. Por suerte, hay muchas formas de alejar esa sensación de nuestra mente. ¿La mejor? La meditación. No solo estarás a solas con tus pensamientos, si no que además tendrás un momento para ti mismo. Así que no esperes más, ponte a meditar y aleja el estrés y la ansiedad de tu mente. ¿No sabes? Te enseñamos los 5 pasos básicos.
1.- Encuentra tu sitio zen
No se puede meditar en cualquier lugar, y menos aún si lo que quieres es un rato tranquilo. Tienes que tener tu espacio para conseguir que la meditación saque todos sus beneficios. Lo ideal es un sitio tranquilo y acogedor en el que te sientas muy a gusto. Si puedes, las condiciones perfectas incluirían también una luz tenue y música suave de fondo.
Con todos estos estos ingredientes listos, estarás preparado para comenzar a aplicar el resto de pasos. Empezando así el camino a una vida libre de estrés.
2.- Una buena posición es imprescindible
No vale tirarse en el sofá de cualquier manera. Y es que si quieres conseguir una meditación de calidad es necesario que mantengas una buena postura. No solo porque, a la larga, será muy beneficioso para tu espalda, que también, si no porque tu respiración y circulación mejorarán mucho.
Lo que ayudará a tu cuerpo a alejar la tensión. Una razón más por la que deberías ponerte a meditar y aleja el estrés. Esto también nos ayudará a la hora de recuperarnos de lesiones o enfermedades, ya que nuestra circulación mejorará también nuestro sistema inmune.
3.- Deja la mente en blanco mirando a un punto fijo
Es más fácil decirlo que hacerlo, lo sabemos. Pero aún así, no debería llevar mucho trabajo. Lo que buscamos es lograr no fijarnos en un solo pensamiento, si no dejar que fluyan. De esta forma, iremos consiguiendo, poco a poco, no pensar en nada y tener un momento de paz total en nuestra mente.
También es muy importante no empezar a distraernos con cualquier cosa. Es decir, no mirar de reojo por la ventana, la puerta o comenzar a fijarnos en detalles de la habitación.
4.- Crea imágenes y pensamientos positivos
Ha llegado el momento más difícil. Coger momentos y sensaciones positivas de ti mismo y sacar lo mejor de ellas. Este paso es el más importante porque así es como conseguiremos alejar de nosotros la ansiedad y el estrés. Ya que al recordar esos buenos momentos y sensaciones no solo mejoraremos nuestro estado de ánimo, si no que también segregaremos serotonina.
La conocida como la «hormona de la felicidad» sin duda conseguirá que tu día vaya hacia arriba. Razón por la que es más que recomendable hacer tu meditación a primera hora de la mañana, nada más levantarte.
5.- Vuelta a la normalidad
Como a la hora de hacer deporte, no puedes simplemente terminar la meditación saltando y corriendo. Hay que volver a un estado neutro. ¿Cómo se consigue eso? Primero, ir , poco a poco, cerrando los ojos y dejando de nuevo la mente en blanco. Una vez lo consigamos, es el momento de ir abriendo los ojos de nuevo, pero esta vez prestando más atención al entorno.
Después, y si fuera posible, aumentar la intensidad de la luz y quitar la música de fondo. Y, finalmente, incorporarnos y volver a nuestro día a día. Ya sea seguir con la rutina de por las mañanas o continuar con los quehaceres de por la tarde.
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