Da igual si trabajas desde casa o eres de los que se pasan incontables horas sentado en su escritorio cuando llega a casa, pasas mucho tiempo sentado en tu silla. Y, si no se trata de una silla ergonómica de las que cuidan tu espalda, puedes acabar teniendo problemas de espalda. A menos, claro, que cambies tu silla por un balón de estabilidad, claro. Puede sonar un poco extraño al principio, pero te explicamos por qué es la mejor opción para ti.
Dale un bote a tu escritorio
Cambiando tu silla por un balón de estabilidad conseguirás dos cosas. La primera, decirle adiós a una silla que no le hacía ningún bien a tu espalda. Sobre todo si se trata de una silla de las de «estar por casa» que has cogido del salón. La segunda, y más importante, es que empiezas a cuidar de tu postura.
¿La razón? Que estos balones inflables ayudan muchísimo a tu postura por el esfuerzo que tienes que hacer para mantenerte en una posición «normal». Es decir, como no estás simplemente sentado, tienes que hacer un esfuerzo activo por mantener una buena postura. Lo que, con el tiempo, nos ayudará a mantener una buena postura sin esfuerzo.
¿Por qué cambiar tu silla por un balón de estabilidad?
En pocas palabras, si das el paso y equipas tu oficina con un balón de estabilidad vas a dar un salto de calidad en lo que a salud se refiere. No solo en lo que a dolores de espalda se refiere, si no también a la hora de darle un empujón a tus abdominales, cervicales y cuello.
Porque al usar uno de estos balones le quitas un montón de presión y tensión a tu cuello y espalda. Lo que ayuda a reducir tus dolores de espalda. Pero también te mantienes en «tensión» durante todo el día, haciendo que tus músculos se mantengan activos durante más tiempo. Una pequeña ayuda a la hora de bajar de peso.
No todo son ventajas
Aunque ojo, porque no todo son cosas buenas. Sí, el cambio puede ayudarte a mejorar tu postura y fortalecer algunos de tus músculos, pero también tiene un aspecto malo. Y es que si no estás concentrado en la postura, es más que probable que te caigas de tu «asiento». Algo que, como podrás imaginar, no es nada bueno para ti.
Además, pasar más de seis horas seguidas sentado en estos balones puede incluso provocarnos algunas molestias en la parte baja de la espalda. Sobre todo si nuestras lumbares están ya algo tocadas. Por eso mismo deberíamos usar ambas durante periodos medios de tiempo e ir cambiando. Ya que de esa forma conseguiremos lo mejor de los dos métodos.
Imágenes: Unsplash