Según se acercan los meses más cálidos del año, llega también otra cosa que no acostumbra a hacer tanta gracia. Sí, la alergia primaveral. Esa «maldición» que te hace ir estornudando de aquí para allá durante los mejores meses del año. ¿La parte buena? Que, con algunos de estos consejos, podrás evitarte la mayor parte de los síntomas.
Ojo con algunas horas
Dependiendo de a qué hora del día salgas a la calle es posible que te encuentres con más o menos polen. Y, en consecuencia, que lo pases mejor o peor. Y es que, aunque parezca mentira, no siempre hay el mismo polen en el ambiente. Las peores horas, por ejemplo son las del amanecer y el anochecer.
Es decir, que evitando, en la medida de lo posible, estas horas, evitaremos las mayores concentraciones de polen y ácaros en el ambiente. Lo que supondrá menos estornudos, menos ojos irritados y menos problemas a la hora de respirar.
Ten a mano antihistamínicos
Hay ocasiones en las que no se puede hacer nada para prevenir la alergia. Y da igual lo mucho que lo intentemos, acabamos con la nariz congestionada. En estos casos lo único que se puede hacer es estar preparado y tener anithistamínicos a mano.
Lo más normal es que te los tenga que recetar tu médico después de hacerte una prueba de alergia, pero hay algunos que puedes comprar directamente en la farmacia. Trata de llevar encima siempre una cajita, por lo que pueda pasar, y seguro que te ahorras muchos pañuelos y muchos estornudos.
Las ventanas, mejor cerradas
Sí, la brisa fresquita es lo mejor de estos meses, de eso no hay duda. Sin embargo, además de alejar un poco el calor, esa brisa trae un montón de polen y ácaros. Y, si tienes alergia, es una receta para el desastre. Por eso mismo, y por mucho que te duela, lo mejor es mantener las ventanas cerradas.
Puedes dejarlas abiertas si el calor es insoportable, pero prepárate para tomarte la medicación de la alergia o pasar una tarde entre estornudos y mocos. Si lo que quieres es ventilar la casa, lo mejor es hacerlo a las horas con menos polen, es decir, al mediodía.
Nada de ejercicio al aire libre
Sí, una carrera por el parque o un partido de fútbol apetecen mucho con este tiempo, eso está claro. Pero si no quieres sufrir los efectos de la alergia primaveral, lo mejor es que el deporte lo hagas al aire libre. ¿Por qué? Porque cuanto más ejercicio hagas, más aire respirarás, y más fuerte será tu reacción alérgica.
La opción que menos te va a afectar es, sin duda, ir al gimnasio o tratar de hacer deporte en casa. Vale que no es lo mismo, pero te ahorrarás pasar la tarde combatiendo lo síntomas de la alergia.
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