Seguro que tú también has oído eso de que hay que hacer muchas comidas para adelgazar. Supuestamente aumentando el metabolismo y haciendo que nuestro cuerpo «gaste más». Lo malo es que esto es más un mito sin respaldo científico que otra cosa. Lo bueno es que si sigues leyendo vas a conocer la realidad del asunto.
Comer más veces no te acelera el metabolismo
Si, puede sonar hasta lógico si lo piensas, pero la realidad es que tu cuerpo no consume más calorías por hacer las comidas más repartidas a lo largo del día. Lo cierto es que, si haces demasiadas (más de 7) puede ser incluso negativo para tu estómago. Que terminará dañado por «no tener descanso» entre digestión y digestión.
Lo único cierto de en eso de hacer muchas comidas para adelgazar es que tendrás menos hambre a lo largo del día. Algo que puede ayudar a que consumas menos calorías porque no tienes tanta hambre ni «ansia» porque llegue la hora de comer.
Entonces ¿Cuántas comidas hay que hacer?
La respuesta rápida es: las que quieras. Da igual si haces dos comidas grandes, cuatro más pequeñas o únicamente una en todo el día. Lo realmente importante es que respetes el número de calorías y macronutrientes que consumes. ¿No tienes muy claro qué es todo eso? Te lo explicamos.
Las calorías son, básicamente, lo que nos dice cuanta energía nos aporta cada alimento. Cuantas más calorías, más energía. Por norma, usamos esa energía para funcionar. Pero si por cualquier motivo al final del día no hemos usado toda la energía consumida, esta se almacena en forma de grasa.
Por otro lado, los macronutrientes son los elementos esenciales a la hora de construir nuestra alimentación. Estos ya los conoces, pero por sus nombres de pila. Grasas, Proteínas e Hidratos de Carbono. Lo suyo sería llevar un equilibrio razonable entre los tres, siempre con un poco más de grasas e hidratos que de proteínas.
Nivelando las calorías
Una vez conocemos «la teoría» es mucho más fácil planificar nuestras comidas y nuestra dieta, ya sea para ganar o perder peso. Lo imprescindible es mantener un déficit calórico, es decir, consumir menos calorías de las que gastamos, obligando así a nuestro cuerpo a «tirar de reservas». Una vez dicho esto, no vale cualquier cosa.
Porque, por ejemplo, las proteínas son lo que permite a nuestros músculos crecer y mantenerse. De forma que si no consumimos las suficientes, es posible que perdamos masa muscular. Lo que puede ser contraproducente, ya que gastaremos menos calorías. Por eso mismo, lo ideal sería consumir entre 1,5 y 2 gramos de proteína por kilogramo de peso cada día. La parte buena es que mientras que un gramo de grasa tiene 9 kilocalorías, las proteínas y los hidratos tienen únicamente 4 kilocalorías por gramo.
Lo que nos permite consumir más proteínas e hidratos que grasas por el mismo coste calórico. Dándonos muchas opciones a la hora de elegir qué comemos en nuestra dieta para conseguir perder esos kilos de más sin renunciar a nuestra masa muscular.
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