Eso de la comida rápida saludable parece más un mito que algo que podamos encontrar en nuestro día a día. Pero, aunque parezca mentira, existe. O, por lo menos, algo bastante parecido que te permitirá disfrutar de vez en cuando de una comida más «normal» sin hacer saltar tu dieta por los aires.
Huye de las cadenas más conocidas
Sí, un McDonalds, Burguer King o Domino’s Pizza casi siempre entra bien, pero son también las opciones que menos se fijan en la salud con sus comidas. Por eso mismo, siempre que sea posible, evítalas. Puede que cerca tuyo no haya otras cadenas que les hagan la competencia y te veas obligado a acudir de vez en cuando. En esos casos, trata de mirar en la sus apps los «combos» que más equilibrados estén. Si además eliges una bebida sin azúcar, mucho mejor.
Lo suyo sería ir a restaurantes de este estilo en el que se mire un poco más por la salud y se preparen platos más equilibrados. No te decimos que no comas pizzas o hamburguesas, claro, si no que huyas de las que más «calorías vacías» traen.
Ramen, Poke y Sushi son las mejores opciones
Y es que la carta de los restaurantes que sirven estos platos suele ser mucho mejor para tu salud que la de una hamburguesería. Muchas más verduras, menos grasas trans y, sobre todo, un recuento calórico mucho menor. Si quieres comida rápida saludable, es tu mejor opción.
Además, lo más probable es que termines comiendo proteínas de buena calidad provenientes de la carne o el pescado. Lo que te ayudará a mantener tu masa muscular intacta mientras que tu dieta sigue balanceada.
Dile «no» a los extras
«¿Le hago el menú grande por 0,50 más?» puede sonar tentador, pero lo mejor para ti es decir que no. Y es que, con ese simple gesto ya estaremos aumentando enormemente la ingesta de calorías que nos metemos. Encima, lo más probable es que terminemos tan llenos que el resto del día no hagamos nada más.
De forma que, además de «pecar» también haremos mucho menos de lo que haríamos normalmente. Haciéndole el doble de daño a nuestra dieta y alejando mucho nuestros objetivos. Sin hablar, por supuesto, de todo lo mal que le va a sentar a tu cuerpo. Lamentablemente también toca olvidarse de los aros de cebolla y demás extras. Porque, además de ser más caros de lo que deberían, suponen otro añadido a la cuenta calórica.
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